Tema: De la Cruz brota la luz: cuando la mires con el corazón, entenderás.
- Introducción
Bienvenidos a 40 días de gracia. Hoy, en este camino hacia la Pascua, el misterio de la Cruz se va revelando. A veces, no entendemos del todo el plan de Dios, pero en la Cruz de Cristo descubrimos su amor infinito. ¿Estamos dispuestos a elevar nuestra mirada y confiar en Él? Caminemos juntos en este día para descubrirlo.
- Oración inicial
Concédenos, Señor, perseverar en el fiel cumplimiento de tu voluntad, para que, en nuestros días, crezca en santidad y en número el pueblo dedicado a tu servicio. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
- Reflexión del Evangelio
«Cuando ustedes hayan levantado en alto al Hijo del hombre, entonces sabrán que Yo Soy, y que no hago nada por mí mismo, sino que hablo como el Padre me ha enseñado» (Jn 8,28).
Jesús habla a los fariseos con palabras misteriosas. Ellos no comprenden que Él habla del sacrificio supremo: su crucifixión. En la mentalidad humana, la cruz es fracaso; en la lógica de Dios, es el camino a la salvación.
San Agustín nos recuerda que la verdadera sabiduría no está en el orgullo del mundo, sino en la humildad de Cristo crucificado. San Juan Crisóstomo nos dice que en la Cruz, el «Yo Soy» de Dios se revela en toda su plenitud: amor, entrega, redención.
El papa Francisco nos dice: «Esta es la clave de nuestra salvación, la clave de nuestra paciencia en el camino de la vida, la clave para superar nuestros desiertos: mirar el crucifijo. Mirar a Cristo crucificado. “Pero ¿qué debo hacer?”, “Míralo. Mira las llagas. Entra en las llagas”. En esas llagas fuimos curados».
Hermanos: Hoy, vivimos en una sociedad que huye del sufrimiento y busca respuestas inmediatas. Pero Jesús nos invita a mirar más allá: a descubrir que en nuestras propias cruces diarias, Dios está actuando. ¿Cuántas veces has sentido que tu fe flaquea en medio de la prueba? La Cuaresma nos desafía a confiar en Dios incluso cuando no entendemos su plan. Eleva tu mirada: en la Cruz está la respuesta.
- Propósitos
Jesús nos llama a levantar la mirada y confiar en su plan. Hoy podemos responder con pequeños gestos concretos:
- Contempla un crucifijo y pide al Espíritu Santo que te revele la verdadera identidad de Jesús y te guíe en su camino.
- Acepta con fe una dificultad, confiando en que Dios tiene un propósito más grande.
- Haz un acto de paciencia con alguien que te cuesta comprender, recordando la paciencia de Jesús en su pasión.
Hermano: Cada paso en la fe nos acerca más a la luz de la Pascua. Anímate a compartir estos propósitos con alguien más y acompáñense mutuamente en este camino.
- Oración final
«¡Dios me libre de gloriarme sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo está crucificado para mí, y yo para el mundo!» (Gálatas 6,14).
Oremos: Señor, en los momentos de prueba, cuando no entendemos tu plan, danos la gracia de confiar en Ti. Que nuestra fe no dependa de lo que vemos, sino de la certeza de tu amor. Enséñanos a mirar la Cruz como signo de victoria y a reconocer en ella la plenitud de tu presencia. Amén.
- Cierre
«Yo soy el que soy» (Éxodo 3,14).
Hoy hemos reflexionado sobre el misterio de la cruz, la identidad de Jesús y su invitación a seguirlo. ¿Estás dispuesto a reconocer a Jesús como el «Yo Soy»?
Nos vemos mañana en 40 días de gracia.