Tema: El mandamiento supremo que lo ilumina todo.
- Introducción
Bienvenidos a 40 días de gracia. En nuestro camino cuaresmal, Jesús nos recuerda que la esencia de la vida cristiana es el amor. Hoy entraremos en el corazón del Evangelio: el mandamiento del amor. ¿Qué significa amar a Dios y al prójimo con todo nuestro ser? ¿Cómo podemos vivir este mandamiento en nuestra vida diaria? ¡Acompáñanos en este itinerario del amor!
- Oración inicial
Infunde bondadosamente, Señor, tu gracia en nuestros corazones, para que sepamos apartarnos de los errores humanos y secundar las inspiraciones que, por tu generosidad, nos vienen del cielo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
- Reflexión del Evangelio
«El primero es: «… amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todas tus fuerzas» (Dt 6,4-5). El segundo es éste: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Lv 19,18). No hay otro mandamiento mayor que estos» (Mc 12,29-31).
Un escriba pregunta a Jesús cuál es el mandamiento más importante. Su respuesta es clara: el amor a Dios y al prójimo son inseparables. Amar a Dios no es solo un sentimiento, sino una entrega total: con el corazón, el alma, la mente y las fuerzas. Y ese amor se hace tangible en nuestra relación con los demás.
Como dice el bello himno al amor cristiano, que el Señor inspiró a San Pablo, en 1 Corintios 13,1-10.13: «…Aunque tuviera el don de profecía y conociera todos los misterios y toda la ciencia, aunque tuviera una fe como para mover montañas, si no tengo amor, no soy nada… El amor nunca terminará… Ahora nos quedan tres cosas: la fe, la esperanza, el amor. Pero la más grande de todas es el amor».
Pero ¿cómo amar a Dios con todo el ser? Es fácil decirlo, pero vivirlo implica decidir cada día que Él sea el centro de nuestra vida. Y en nuestro trato con los demás, ¿amamos con paciencia, con compasión, con perdón? ¿Cuántas veces hemos separado el amor a Dios del amor al prójimo? Jesús nos invita a la revolución del amor, aquella que transforma nuestras relaciones y nuestro mundo.
- Propósitos
El amor que Jesús nos enseña no es un ideal lejano, sino un compromiso diario. Hoy, te invito a vivir el mandamiento del amor en plenitud:
- Dedica un momento a la oración, busca un encuentro personal con Dios.
- Practica la empatía: ponte en el lugar del otro, comprende sus necesidades y ofrece tu ayuda.
- Perdona y reconcíliate: libera tu corazón del resentimiento y busca la paz con quienes te han ofendido.
El amor es la fuerza que transforma nuestra vida. Anímate a compartir estos propósitos con alguien más y acompáñense mutuamente en este camino.
- Oración final
«El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que se nos ha dado» (Romanos 5,5).
Señor, enséñanos a amar como tú nos amas. Que nuestra fe no sea solo palabras, sino testimonio de vida. Danos un corazón generoso, dispuesto a entregarse sin reservas. Amén.
- Cierre
«Amarás a tu prójimo como a ti mismo» (Mc 12,31).
El amor es la medida de nuestra fe. Hoy hemos reflexionado sobre el mandamiento del amor. ¿Estás dispuesto a dejar que el amor de Dios transforme tu vida? Hoy tienes la oportunidad de vivirlo de manera real.
Nos vemos mañana en 40 días de gracia.