Tema: El eco eterno de un ‘sí’.
- Introducción
Bienvenidos a 40 días de gracia. Hoy celebramos un momento trascendental en la historia de la salvación: la Anunciación del Señor. «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo», fueron las palabras del ángel a María. Su respuesta cambió el destino de la humanidad. En este episodio, contemplaremos el valor de su sí, su confianza total en Dios y cómo su ejemplo nos desafía a vivir nuestra propia entrega con fe, humildad y obediencia, virtudes que cultivamos especialmente en Cuaresma en preparación para la Pascua.
- Oración inicial
Oh, Dios, has querido que tu Verbo asumiera la verdad de la carne humana en el seno de la Virgen María, concédenos que cuantos confesamos a nuestro Redentor Dios y hombre merezcamos ser partícipes también de su naturaleza divina. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
- Reflexión del Evangelio
«El ángel le dijo: No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús» (Lc 1,30-31).
El Evangelio de hoy nos sumerge en uno de los acontecimientos más sublimes de la fe cristiana: la Encarnación. Dios se hace hombre y elige una humilde joven para llevar adelante su plan de salvación. María no lo entiende todo, pero confía plenamente en Dios y pronuncia su fiat: «Hágase en mí según tu palabra».
San Bernardo decía que en este instante todo el cielo contuvo la respiración, esperando la respuesta de María. San Luis María Grignion de Montfort nos recuerda que su sí es el modelo perfecto de abandono en Dios. ¿Y nosotros? ¿Somos capaces de confiar en los planes de Dios, incluso cuando no los entendemos?
Pensemos en cuántas veces nos hemos sentido llamados a hacer algo que nos parecía imposible. Puede ser en nuestra familia, en una decisión difícil o en una oportunidad de servir. María nos enseña que con fe la humildad, podemos ser instrumentos de la voluntad divina y, decir sí a Dios sea el inicio de una vida llena de gracia. ¿Estás dispuesto a confiar en Él?
- Propósitos
Hoy somos invitados a imitar la fe y disponibilidad de María. Estos son algunos caminos para vivir su ejemplo:
- Ora con el Magníficat y acepta con humildad tu vocación: Reconoce tus dones y talentos, y ponlos al servicio de Dios y de los demás.
- Di un «sí» generoso a una situación que Dios te presenta, aunque no la entiendas del todo.
- Confía en la gracia de Dios: No tengas miedo de los desafíos que se presenten en tu camino, confía en que Dios te dará la fuerza para superarlos.
María nos muestra que cuando nos abandonamos en Dios, todo cobra sentido. Anímate a compartir estos propósitos con alguien más y a acompañarse mutuamente en este camino.
- Oración final
«Hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38).
Señor, danos la fe de María para confiar en tu voluntad, aun cuando no la comprendamos. Que su sí inspire el nuestro, y que nuestra vida sea reflejo de tu amor. Ayúdanos a responder con generosidad a tu llamado y a caminar con valentía en este tiempo de Cuaresma. Amén.
- Cierre
«Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1,28).
María nos enseña que un sí dicho con fe transforma la vida y el mundo. Hoy, ¿a qué te está llamando Dios?
Nos vemos mañana en 40 días de gracia.