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Tema: Libres en la verdad, hijos en el amor.

  1. Introducción

Bienvenidos a 40 días de gracia. Hoy, Jesús nos invita a la verdadera libertad, una libertad que se encuentra en la verdad. ¿Estamos dispuestos a dejar atrás las cadenas del pecado y a abrazar nuestra filiación divina? Acompáñanos en esta reflexión sobre la libertad y la filiación.

  1. Oración inicial

Ilumina, Dios misericordioso, el corazón de tus hijos, santificado por la penitencia, y, al infundirles el piadoso deseo de servirte, escucha compasivo a los que te suplican. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

  1. Reflexión del Evangelio

«Si se mantienen en mi palabra, serán de verdad discípulos míos; conocerán la verdad, y la verdad los hará libres» (Jn 8,31-32).

Jesús habla a quienes creen conocer a Dios, pero se resisten a su mensaje. La verdadera libertad no viene de la herencia ni de la tradición, sino de permanecer en su Palabra y reconocernos hijos de Dios. Pero ¿Qué significa esto hoy?

Vivimos en una época donde la verdad se distorsiona. La manipulación de la información, la relativización de los valores y la cultura de la posverdad han sembrado confusión en la sociedad. Se promueven ideologías que distorsionan la dignidad humana y buscan erosionar los fundamentos de la fe. Pero Jesús nos recuerda con firmeza que no hay libertad sin verdad, y que esta no depende de opiniones cambiantes, porque su fundamento es eterno: la Palabra de Dios.

Asimismo, hay otras cadenas que esclavizan: la sed de poder, la búsqueda desenfrenada del placer, la dependencia de las redes sociales, el consumismo sin freno. Prometen felicidad instantánea, pero dejan el alma vacía y desorientada. Jesús nos ofrece un camino distinto: el de la libertad interior que nace del amor y la fidelidad a su enseñanza.

San Agustín nos recuerda que la esclavitud del pecado es más cruel que cualquier opresión externa, porque ata el corazón y lo aleja de Dios.

¿Cuántas veces hemos confundido la libertad con la licencia para hacer lo que queremos? Cristo nos llama a una libertad elevada: la de vivir en la luz, sin miedo ni falsas seguridades. Su verdad no oprime, sino que libera. ¿Te atreves a dejarte transformar por Jesús?

  1. Propósitos

Dios nos invita a ser libres en su amor. Hoy podemos dar pasos concretos para caminar en libertad:

  • Profundiza en la lectura y meditación de la Palabra para descubrir la verdad que te libera de las cadenas del pecado.
  • Vive tu filiación divina: Reconoce que eres hijo de Dios y vive de acuerdo con los valores del Reino.
  • Haz un acto de reconciliación, pidiendo perdón o aclarando una situación en la que la verdad haya sido ocultada.

Hermano: La libertad en Cristo comienza con pasos concretos. Anímate a compartir estos propósitos con alguien más y acompáñense mutuamente en este camino.

  1. Oración final

«Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna» (Jn 6,68).

Señor, abre nuestros ojos para reconocer la verdad que nos salva. Rompe las cadenas del pecado y ayúdanos a permanecer en tu Palabra. Que en este tiempo de Cuaresma aprendamos a confiar en tu amor y a caminar en la libertad que solo Tú puedes dar. Que nuestra vida sea un testimonio de la verdad que transforma. Amén.

  1. Cierre

«Conocerán la verdad, y la verdad los hará libres» (Jn 8,32).

Hoy hemos reflexionado sobre la libertad que Jesús ofrece y la verdadera filiación divina. ¿Estás dispuesto a dejar que la verdad de Jesús te haga libre?

Nos vemos mañana en 40 días de gracia.