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Tema: El latido de la fe: cuando la Palabra sana el alma.

 

  1. Introducción

Bienvenidos a 40 días de gracia. Hoy, Jesús nos muestra el viaje interior del funcionario real y el de cada creyente: un recorrido en el que la fe nos sostiene antes de ver los frutos. ¿Somos capaces de creer antes de ver? ¿Qué nos enseña este encuentro sobre la fe y el poder de la Palabra de Dios? La fe auténtica nos mueve, nos lanza a confiar más allá de lo visible. ¡Acompáñanos en este camino de fe!

 

  1. Oración inicial

Oh, Dios, que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos, concede a tu Iglesia la ayuda de estos auxilios del cielo sin que le falten los necesarios de la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.

 

  1. Reflexión del Evangelio

«“Vete, tu hijo vive”. El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino» (Jn 4,50).

Este pasaje nos presenta a un funcionario real que suplica por la vida de su hijo. Jesús, en lugar de acompañarlo, le da solo una palabra: «Vete, tu hijo vive.» Y aquel hombre creyó y partió y, al regresar a su casa, encuentra a su hijo sano.

Los Padres de la Iglesia ven en este episodio una enseñanza profunda sobre la fe. San Agustín decía: «La fe es creer lo que no vemos, y la recompensa de la fe es ver lo que creemos». Este funcionario real representa a cada uno de nosotros cuando enfrentamos dificultades y anhelamos respuestas inmediatas.

En nuestra vida, ¿Cuántas veces hemos buscado señales y prodigios para creer en Dios? ¿confiamos en Dios cuando todo parece incierto? A menudo queremos pruebas antes de dar el paso, pero Jesús nos llama a caminar en fe, aun cuando no veamos con claridad. Quizá hoy necesites esa certeza en tu vida: en una enfermedad, en una dificultad familiar, en un proyecto incierto. Dios te dice: «Confía y sigue adelante». La fe es un salto al vacío confiando en que Dios ya preparó el camino. ¿Te atreves a dar ese paso hoy?

 

  1. Propósitos

La fe se fortalece cuando damos pasos concretos. Hoy, el Evangelio nos desafía a confiar en la palabra de Dios antes de ver resultados:

  • Practica la oración de confianza: Pídele a Dios que aumente tu fe y te ayude a confiar en él en todas las circunstancias.
  • Haz un acto de caridad, sin esperar reconocimiento o recompensa.
  • Confía en una situación difícil, entregándosela al Señor sin ansiedad ni dudas.

La fe se cultiva con cada pequeño acto de confianza. Anímate a compartir estos propósitos con alguien más y acompáñense mutuamente en este camino.

 

  1. Oración final

«La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Hebreos 11,1).

Señor, aumenta nuestra fe. Enséñanos a confiar en tu palabra incluso cuando todo parezca incierto. Danos la certeza de que tu amor nunca nos abandona. Ayúdanos a caminar sin miedo, con la seguridad de que, aunque no veamos aún la respuesta, Tú ya has obrado en favor nuestro. Que en esta Cuaresma aprendamos a confiar plenamente en Ti. Amén.

 

  1. Cierre

«El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino» (Jn 4,50).

Hoy hemos reflexionado sobre la importancia de la fe y la confianza en la Palabra de Dios, una palabra siempre actual. ¿Estás dispuesto a dejar que la fe transforme tu vida?

Nos vemos mañana en 40 días de gracia.