Tema: El latido de la fe: cuando la Palabra sana el alma.
- Introducción
Bienvenidos a 40 días de gracia. Hoy, Jesús nos muestra el viaje interior del funcionario real y el de cada creyente: un recorrido en el que la fe nos sostiene antes de ver los frutos. ¿Somos capaces de creer antes de ver? ¿Qué nos enseña este encuentro sobre la fe y el poder de la Palabra de Dios? La fe auténtica nos mueve, nos lanza a confiar más allá de lo visible. ¡Acompáñanos en este camino de fe!
- Oración inicial
Oh, Dios, que renuevas el mundo por medio de sacramentos divinos, concede a tu Iglesia la ayuda de estos auxilios del cielo sin que le falten los necesarios de la tierra. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, y es Dios, por los siglos de los siglos. Amén.
- Reflexión del Evangelio
«“Vete, tu hijo vive”. El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino» (Jn 4,50).
Este pasaje nos presenta a un funcionario real que suplica por la vida de su hijo. Jesús, en lugar de acompañarlo, le da solo una palabra: «Vete, tu hijo vive.» Y aquel hombre creyó y partió y, al regresar a su casa, encuentra a su hijo sano.
Los Padres de la Iglesia ven en este episodio una enseñanza profunda sobre la fe. San Agustín decía: «La fe es creer lo que no vemos, y la recompensa de la fe es ver lo que creemos». Este funcionario real representa a cada uno de nosotros cuando enfrentamos dificultades y anhelamos respuestas inmediatas.
En nuestra vida, ¿Cuántas veces hemos buscado señales y prodigios para creer en Dios? ¿confiamos en Dios cuando todo parece incierto? A menudo queremos pruebas antes de dar el paso, pero Jesús nos llama a caminar en fe, aun cuando no veamos con claridad. Quizá hoy necesites esa certeza en tu vida: en una enfermedad, en una dificultad familiar, en un proyecto incierto. Dios te dice: «Confía y sigue adelante». La fe es un salto al vacío confiando en que Dios ya preparó el camino. ¿Te atreves a dar ese paso hoy?
- Propósitos
La fe se fortalece cuando damos pasos concretos. Hoy, el Evangelio nos desafía a confiar en la palabra de Dios antes de ver resultados:
- Practica la oración de confianza: Pídele a Dios que aumente tu fe y te ayude a confiar en él en todas las circunstancias.
- Haz un acto de caridad, sin esperar reconocimiento o recompensa.
- Confía en una situación difícil, entregándosela al Señor sin ansiedad ni dudas.
La fe se cultiva con cada pequeño acto de confianza. Anímate a compartir estos propósitos con alguien más y acompáñense mutuamente en este camino.
- Oración final
«La fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve» (Hebreos 11,1).
Señor, aumenta nuestra fe. Enséñanos a confiar en tu palabra incluso cuando todo parezca incierto. Danos la certeza de que tu amor nunca nos abandona. Ayúdanos a caminar sin miedo, con la seguridad de que, aunque no veamos aún la respuesta, Tú ya has obrado en favor nuestro. Que en esta Cuaresma aprendamos a confiar plenamente en Ti. Amén.
- Cierre
«El hombre creyó en la palabra de Jesús y se puso en camino» (Jn 4,50).
Hoy hemos reflexionado sobre la importancia de la fe y la confianza en la Palabra de Dios, una palabra siempre actual. ¿Estás dispuesto a dejar que la fe transforme tu vida?
Nos vemos mañana en 40 días de gracia.